Chile es el país que más basura genera en Sudamérica y Tarapacá es la región que menos recicla en el país.
Daniel Olivares, socio fundador de empresa local Plastiiq explica que este problema le afecta a grandes empresas como la minería que “al no tener destinatario final deben almacenar en patios, lo que significa un aumento en costos de operación, haciendo que el reciclaje sea menos accesible en un contexto en que los consumidores exigen cada vez más compromisos ambientales”.
Esta problemática llevó a esta empresa a generar una iniciativa para darle un destino final a los plásticos generados en la industria. Este proyecto resultó ser el ganador del desafío “Crea Tarapacá Innova 2020”, con el mayor puntaje de la evaluación.
La solución propuesta bajo el proyecto denominado “Equipos de Sanitización Fabricados con Residuos Polímeros y Nanopartículas de Cobre”, busca una mejora en la gestión de los residuos, lo que para Daniel Olivares significará una reducción en los costos de operación, un compromiso con la disminución de huella de carbono al incorporar un material reciclado. Este nuevo material abrirá nuevos mercados y mejorará la relación con el entorno.
“Fabricamos planchas hechas con plástico educacional, con características similares a la madera. Se puede manipular y es resistente a la humedad y variaciones térmicas. Se puede usar como revestimiento y permite el diseño de diversos productos”, dijo el socio fundador.
¿Cómo lo lograrán? Olivares señaló que diseñaron un modelo de “educación circular que consta de tres ciclos: educación, reciclaje y productos materiales de bajo impacto ambiental y producido localmente, reciclado y que promueve la economía circular”.
Agregó que el material obtenido de este proceso tiene características similares a la madera, que al aplicar nanopartículas de cobre, inhibe el crecimiento de microrganismos en los plásticos y por sus características puede reemplazar a la madera en aplicaciones industriales, de espacios públicos, mobiliarios y espacios interiores.